Presente Por medio de este escrito, yo Don Cesar Eduardo Parra Leiva, que actualmente me encuentro en calidad de imputado en el Centro de Cumplimiento Penitenciario de la ciudad de Concepción “El Manzano”, solicito a ustedes hacer público por medio de las radios locales y medios de difusión mi caso que a continuación detallo.
En el mes de junio del 2008, yo trabajaba en el predio de mi hermano, el cual cuido. Me encontraba cortando leña, cuando me encontré con la siguiente situación: grupos de carabineros se encontraban haciendo rondas y luego estos al verme a mí, procedieron a apuntarme sin que yo al comienzo pudiera darme cuenta por estar concentrado en mi faena y también por el ruido de la motosierra, esto mismo al parecer provocó la molestia de los funcionarios y comenzaron a disparar contra mi persona, yo por susto y por pánico comencé a correr y no solté mi maquinaria, ellos me siguieron y continuaron disparando, yo llegué hasta la casa de un vecino, ellos no dejaron de atacar y procedieron a lanzar gases lacrimógenos, por ende yo caí fuera de la casa desplomado por los impactos recibidos, mi vecino me socorrió y contactó a la ambulancia; carabineros se retiro del lugar sin saber en qué estado quede. Luego fui trasladado al hospital de Cañete, donde el doctor Vergara de este recinto constato las lesiones ocasionadas por los impactos de bala que carabineros realizó en mi contra. No realice ninguna demanda, quise dejar toda esa pesadilla hasta ahí. Tampoco recibí ninguna citación por parte de carabineros al tribunal para justificar de alguna forma su proceder.
Paso un tiempo, y justamente el día Viernes 17 de Octubre del 2008, nuevamente carabineros actuaron en mi contra y esta vez procedieron a allanar mi casa, justificando, y sin orden procedente de algún tribunal, que poseía y escondía en mi casa armas del tipo terrorista y que serían usadas en contra de ellos. Revisaron cada espacio y no encontraron nada, el caos se apoderó de mi casa, todo en el suelo.
Como no encontraron nada, procedieron a arrestarlos a mi persona y a mi hermano Nolberto Parra, y llevarnos a la Comisaría de la ciudad de Cañete para interrogarlos. Todo esto ellos lo justificaron con un intento de ataque a personal de carabineros con una motosierra que según ellos yo realice en el incidente antes mencionado y yo desmiento esto tajantemente, primero porque nunca estuve cerca de ellos para realizar tal ataque y segundo, porque el ataque fue de ellos hacia mi persona y que posteriormente fueron constatadas las lesiones por un médico legal en la ciudad de Concepción. Por estos hechos acontecidos, solicito a ustedes que sean conocidos a la opinión pública y que por medio de ustedes se busque alguna forma de ayudarme, pues yo soy un hombre trabajador, de procedencia humilde y jamás me involucraría en problemas de esta índole.
Muchas gracias de antemano por la buena acogida de mi petición. Antes de terminar mi relato de los hechos quisiera informales los medios de prueba a mi favor, como son los impactos de perdigones, es decir, los restos de perdigones extraídos de diferentes partes de mi cuerpo, sustraídos por carabineros el día que allanaron mi morada, llevándose consigo mi carnet de identidad y papeles médicos. Se despide atentamente de ustedes
Cesar Parra Leiva
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