Luego de la defensa ejercida por las comunidades de Puerto Choque, el miércoles y el jueves pasado, la arremetida represiva no se hizo esperar. Los dos fiscales regionales, Ljubetic y Ximena Hassi, más los dos exclusivos, Elgueta y Velásquez se dejaron caer sitiando las comunidades con efectivos del Gope, Fuerzas Especiales, civiles, investigaciones e inteligencia... todo en defensa de las forestales.
Las comunidades de Choque y Las Huellas, ubicadas en la zona sur-oeste del Lleu Lleu, cercana a Tirúa, iniciaron en junio un proceso de recuperación territorial que comprende inicialmente 600 hectáreas usurpadas por Mininco y Volterra. Ingresaron familias completas a los predios para mantener la recuperación productiva en base al trabajo diario. Este control territorial ha sido en todo momento amenazado por las fuerzas policiales, las que se han encontrado con la férrea valentía de los órganos de resistencia de las comunidades y la CAM.
Detenciones desesperadas
Los dispositivos de guerra implementados por el estado en contra de las comunidades mapuche en conflicto, dejó en pocas horas a cuatro detenidos. El primero fue César Parra Leiva, quien fue perseguido por una causa pendiente y trasladado en helicóptero desde su casa a Concepción. El peñi, fue herido y detenido el 10 de junio por carabineros, luego de que defendiera a su gente de un violento allanamiento en la comunidad Esteban Yebilao de Choque.
En aquella ocasión fue formalizado herido en el hospital, por "entorpecer el trabajo de carabineros", sin embargo ahora, los cargos subieron de tono, siendo interrogado y procesado en la fiscalía militar de Concepción por "homicidio frustrado de carabinero", ello, supuestamente por amenazar con una motosierra a los parásitos verdes.
Horas después, fue detenido el hermano de César, Norberto Parra, por receptación de motosierra, la misma que habría usado su hermano. Dos más, fueron abordados en San Ramón, a unos 10 kilómetros de Choque, por su supuesta participación en bloqueos de caminos.
Permanecen hoy detenidos y a ambos se les esta vinculando con el ataque a Elgueta y sus secuaces. Esta es la respuesta que exigen las trasnacionales al servil gobierno chileno.
Nada nuevo
Es necesario recordar que esto no es nada nuevo. El número de efectivos y la sofisticación de sus recursos bélicos en todo momento estuvieron escondidos entre los bosques de Mininco, Arauco y Volterra. Desde hace más de una década que las bases poiliciales estan asentadas en distintos puntos del Lleu Lleu, donde permanecen cientos de fuerzas represivas.
Los controles de identidad y los interrogatorios a cualquier persona e incluso niños, son pan de cada día en los caminos que llevan a las comunidades en conflicto.
Esa violencia no tiene otro fin que custodiar el saqueo de las forestales en los territorios que las comunidades mapuche comenzaron a recuperar, por los derechos ancestrales que poseen como Pueblo Nación.
La diferencia es que en estos días se han dejado ver ante las cámaras y se han concentrado en mayor número en un sector.
Rechazo a la única violencia
Los cortes de caminos se han extendido a toda la zona sur-oeste del lago Lleu Lleu y una cabaña de un empresario turístico fue reducida a cenizas en Antiquina, un poco más al norte. Es la manifestación del rechazo al terrorismo de estado por parte de las comunidades mapuche que solidarizan con las de Choque. Hasta la prensa facista se sorprende al no encontrar cuñas que apoyen la militarización. Exceptuando al ayudista Santos Jorquera que hoy refugia a las policías.
Es claro que todos rechazan la violencia, aquella única violencia: la que viene del estado chileno.
La legítima autodefensa de las comunidades no dará pie atrás mientras la porfía del estado insista en defender el saqueo transnacional.
Las comunidades de Choque y Las Huellas, ubicadas en la zona sur-oeste del Lleu Lleu, cercana a Tirúa, iniciaron en junio un proceso de recuperación territorial que comprende inicialmente 600 hectáreas usurpadas por Mininco y Volterra. Ingresaron familias completas a los predios para mantener la recuperación productiva en base al trabajo diario. Este control territorial ha sido en todo momento amenazado por las fuerzas policiales, las que se han encontrado con la férrea valentía de los órganos de resistencia de las comunidades y la CAM.
Detenciones desesperadas
Los dispositivos de guerra implementados por el estado en contra de las comunidades mapuche en conflicto, dejó en pocas horas a cuatro detenidos. El primero fue César Parra Leiva, quien fue perseguido por una causa pendiente y trasladado en helicóptero desde su casa a Concepción. El peñi, fue herido y detenido el 10 de junio por carabineros, luego de que defendiera a su gente de un violento allanamiento en la comunidad Esteban Yebilao de Choque.
En aquella ocasión fue formalizado herido en el hospital, por "entorpecer el trabajo de carabineros", sin embargo ahora, los cargos subieron de tono, siendo interrogado y procesado en la fiscalía militar de Concepción por "homicidio frustrado de carabinero", ello, supuestamente por amenazar con una motosierra a los parásitos verdes.
Horas después, fue detenido el hermano de César, Norberto Parra, por receptación de motosierra, la misma que habría usado su hermano. Dos más, fueron abordados en San Ramón, a unos 10 kilómetros de Choque, por su supuesta participación en bloqueos de caminos.
Permanecen hoy detenidos y a ambos se les esta vinculando con el ataque a Elgueta y sus secuaces. Esta es la respuesta que exigen las trasnacionales al servil gobierno chileno.
Nada nuevo
Es necesario recordar que esto no es nada nuevo. El número de efectivos y la sofisticación de sus recursos bélicos en todo momento estuvieron escondidos entre los bosques de Mininco, Arauco y Volterra. Desde hace más de una década que las bases poiliciales estan asentadas en distintos puntos del Lleu Lleu, donde permanecen cientos de fuerzas represivas.
Los controles de identidad y los interrogatorios a cualquier persona e incluso niños, son pan de cada día en los caminos que llevan a las comunidades en conflicto.
Esa violencia no tiene otro fin que custodiar el saqueo de las forestales en los territorios que las comunidades mapuche comenzaron a recuperar, por los derechos ancestrales que poseen como Pueblo Nación.
La diferencia es que en estos días se han dejado ver ante las cámaras y se han concentrado en mayor número en un sector.
Rechazo a la única violencia
Los cortes de caminos se han extendido a toda la zona sur-oeste del lago Lleu Lleu y una cabaña de un empresario turístico fue reducida a cenizas en Antiquina, un poco más al norte. Es la manifestación del rechazo al terrorismo de estado por parte de las comunidades mapuche que solidarizan con las de Choque. Hasta la prensa facista se sorprende al no encontrar cuñas que apoyen la militarización. Exceptuando al ayudista Santos Jorquera que hoy refugia a las policías.
Es claro que todos rechazan la violencia, aquella única violencia: la que viene del estado chileno.
La legítima autodefensa de las comunidades no dará pie atrás mientras la porfía del estado insista en defender el saqueo transnacional.
EN ESTOS MOMENTOS LA ZONA SUR DEL LLEU LLEU, EN CHOQUE, LAS FUERZAS POLICIALES MILITARIZADAS Y LA INTELIGENCIA POLICIAL MANTIENEN SITIADAS LAS COMUNIDADES MAPUCHE....
ESTE ENSAÑAMIENTO DEL ESTADO EN DEFENDER A LAS FORESTALES, DEJA VER LA CAPACIDAD QUE TIENE DE VIOLENTAR SIN MEDIDA A TODO UN PUEBLO...
A NUESTROS PEÑI NO LES QUEDA MÁS QUE DEFENDERSE COMO PUEDAN....
NEWENTULEAIÑ PU PEÑI PU WEICHFE!!!!!
WEUAIÑ!!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario